Aunque no lo crean, un grupo de artistas ya demandó a varias apps de IA por usar sus obras sin derechos
De acuerdo con Polygon, la demanda menciona que estas empresas “violaron los derechos de millones de artistas” al utilizar miles de millones de imágenes de internet para entrenar su herramienta de arte de IA sin el “consentimiento de los artistas y sin compensar a ninguno de ellos”. Dichas compañías (en palabras de los demandantes) “se benefician comercialmente y obtienen grandes beneficios del uso de imágenes protegidas por derechos de autor”.
Además, en el documento que presentaron estos artistas, señalaron que el daño para sus colegas y comunidad es enorme, pues las obras generadas por la inteligencia artificial se venden en el internet de las cosas pero esas ganancias no terminan en las cuentas de quien las crea. Y es que lo que llamó la atención es que las tres principales demandantes son muy reconocidas por su trabajo.
Sarah Andersen es la creadora del popular webcómic Sarah’s Scribbles. Por su parte, Kelly McKernan es un artista a tiempo completo cuyas obras han sido expuestas en galerías y que realiza ilustraciones para cómics, libros y juegos, mientras que Karla Ortiz es una ilustradora conceptual que ha trabajado con Marvel Film Studios y Wizards of the Coast.
Este tema es aún más complejo de lo que parece…
Como ya lo mencionábamos antes, el arte generado por inteligencia artificial ha cobrado importancia relevancia desde que herramientas como Stable Diffusion y Midjourney empezaron a estar disponibles para que cualquiera las pueda utilizar. Y a medida que estas obras ganan popularidad, la comunidad artística se han opuesto rotundamente. Para que que se den una idea de cómo está la cosa, estas aplicaciones se entran con miles de millones de imágenes y textos, y casi siempre, los artistas no pueden elegir si quieren que su trabajo sea parte del proceso.
Es por eso que para evitar que sus obras terminen en apps de IA, los artistas han compartido tipos y recursos para descubrir si lo que ellos han creado terminaron en estos programas inteligentes. Aunque eso sí, el tema de la propiedad es un tanto complejo, pues es difícil checar si tanto las imágenes extraídas de una base de datos en internet como las que salen de cada herramienta si violan los derechos de autor.
Hasta ahora, solo una de las empresas demandadas, Stability AI ha respondido a los artistas y dijeron lo siguiente: “Tengan en cuenta que nos tomamos estos asuntos muy en serio. Cualquiera que crea que esto no es uso legítimo no entiende la tecnología y malinterpreta la ley“.